Editorial: una de cauboys
Si hay un género que ha perdido público en los últimos treinta años, ese ha sido el western. Por décadas los vaqueros de las planicies yanquis y su simple mitología atrajeron a milones de lectores y espectadores (es que, reconozcámoslo, el western es un género que le debe mucho, pero mucho al cine hollywoodense) en todo el mundo. De hecho, uno podría decir que no es un género exclusivamente norteamericano sino bastante asumido por Occidente. Sino piensesé en las novelas de Karl May, Marcial Lafuente Estefanía o José Mallorquí, el comic de Tex de Bonelli, el maravilloso Sargento Kirk de Oesterheld y Hugo Pratt, las historietas de Jordi Buxadé o Arturo del Castillo y el obvio spaghetti Western.
Hubo mucho producido pero curiosamente poco se habla de ello. Los fanáticos de la cultura pop parecen dejar bastante de lado las historias de cowboys. Así que, aprovechando que hay una cierta cantidad de libritos sobre el tema (y encima ahora que tenemos una pelis de chicos a caballo que se quieren profundamente rumbo al Oscar) trataremso que este mes en Arboles Muertos y Mucha Tinta sea el Mes del Western. Aclaro que no será una cosa obsesivamente investigada como lo fue el UNGAWA MONTH, porque quiero seguir poniendo otras cosas diversas en el blog, peor sí voy a tratar de darle una fuerte presencia a aquellas obras que tengan chicos buenos, chicos malos, caballos, desiertos, sombreros de ala ancha, indios y bandidos.
Así que volvamos la mirada a esos días de antaño en los que se escucha una voz que dice: !HI-YO, Arboles Muertos y Mucha Tinta!
4 comentarios
ricardo -
roberto -
ricardo, si la pregunta es cuando vuelvo a psotear fotonovelas tengo un leve inconveniente con el escaner que me tiene retenido por el momento y espero solucionarlo pronto. ahors si se vuelven a hacer fotonovelas de killing, solo dios lo sabe
riccardo -
Gracias. Le dejo mi mail
Aura -
Desempolvaré mis novelitas gastadas de llanuras desérticas y cantinas.
Nos vemos en el Saloon.